viernes, 11 de septiembre de 2009

Qué piensas y quién eres (David Fischman)


EL PODER DE LA MENTE

Nuestra mente es como un río de pensamientos: si por la corriente fluye agua contaminada, sucia, poluta (pensamientos negativos, nocivos, angustiosos), ella destruirá nuestros sembríos y no nos permitirá cosechar un crecimiento personal y profesional positivo.

Cuentan que un rey muy enfermo pidio a un sabio gurú que lo cure. Éste le dijo que se salvaría cuando consiguiera ver todo de color azul. El rey inmediatamente mandó pintar de color azul casas y campos, a teñir las telas y exigió a todos sus súbditos vestirse cerúleos.

Meses después regresó el gurú al ver al rey. El centinela viéndolo ataviado de blanco, lo obligó a ponerse un traje azul: Cuando preguntó por qué, el guardia le respondió: "Hace unos meses un gurú demente aconsejó ver todo de color azul a su Alteza".

El sabio le respondió: "Yo soy ese docto varón, pero quien se ha desquiciado es su Excelencia".

Al ver al real mandatario, hizo una venia y le dijo: "Su serenísima majestad, yo le pedí que viera todo azul, no que cambiase la creación de Dios. Lo que debió hacer fue ponerse unos lentes azules y así arreglaba su problema".

Como en la historia, nosotros muchas veces pretendemos cambiar sin éxito a las personas y situaciones con quienes nos enfrentamos. Sin embargo, lo que sí podemos cambiar es nuestra percepción sobre ellos. Podemos ponernos unos "lentes" que nos permitan ver lo positivo de la vida.

Ante una situación difícil podemos llenarnos de angustia, dolor rabia o preocupación. O podemos cambiarnos los lentes y percibir el estímulo como una oportunidad para aprender y crecer en la vida.

Los pensamientos son muy poderosos y afectan nuestro cuerpo. Haz el siguiente ejercicio: imagínese cortando un limón en dos y llevándolo poco a poco a su boca. Visualice su lengua en contacto con las gotas del limón fresco. Probablemente al practicar este ejercicio has sentido como tu boca salivaba con el pensamiento del cítrico.

Esta es una simple demostración de cómo los pensamientos pueden tener efectos fisiológicos en nuestro cuerpo.

Numerosos estudios demuestran que pensar negativamente todo el día envía señales destructivas a nuestro organismo. Si amontonamos desperdicios en nuestra cocina atraeremos cucarachas, ratas y otras alimañas.

De la misma manera, si llenamos nuestra mente de basura y negatividad, atraeremos personas y situaciones de energía negativa que complicarán más nuestra existencia.

Entonces, si en alguna oportunidad se enfrenta a una situación adversa, recuerda que sólo tú decides lo que piensas y qué consecuencias puede traer para tu vida si se tratase de pensamientos positivos o negativos.

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