sábado, 21 de junio de 2014

Cosechando talentos

Por: Juan Carlos Calderón Pasco

En algunas ocasiones el trajín diario y los quehaceres cotidianos distraen todas nuestras energías y no permiten concentrarnos en aquello que realmente nos gusta.
Es sabido que todas las personas llevan consigo habilidades y talentos que por la excusa de la falta de tiempo, o consumidas por la rutina, no logran desarrollar a plenitud.

Es cierto, cada ser humano tiene un talento que ofrecer; sin embargo, el trabajo, las obligaciones económicas y la necesidad de supervivencia nos apartan de la posibilidad de hacer lo que realmente amamos. Muchos incluso no saben que han sido dotados por la Providencia con un talento especial, y pueden transcurrir años sin darse cuenta de las grandes habilidades que siempre han llevado consigo.

Y es que para cosechar primero hay que sembrar, pues desarrollar un talento requiere sobre todo paciencia, perseverancia y disciplina. También se requiere pasión, pues nadie hace las cosas con gusto y con agrado si simplemente no tiene la predisposición de hacerlas.
Cultivar un talento también demanda práctica y dedicación, ya que como se dice en el entorno musical, la práctica hace al maestro.
Es a través de esa dedicación que en la música, por ejemplo, se busca el perfeccionamiento y el virtuosismo en la interpretación de complejas piezas.

Saquemos el artista que llevamos dentro, desarrollemos nuestras capacidades al máximo para sentirnos satisfechos con nosotros mismos. Para ello hay que romper el yugo de la rutina y de las cosas cotidianas, que también tienen valor pero a veces frustran nuestras grandes aspiraciones personales.
Se dice con mucha certeza que las cosas materiales no siempre representan la felicidad. Es por ello que siempre hay que buscar un punto de equilibrio en nuestra vida.

Exploremos y descubramos nuestros talentos, dediquemos el tiempo necesario para poder conocer nuestras capacidades y sacarles el máximo provecho. No dejemos pasar la oportunidad de conocer quiénes somos realmente y qué cosas podemos ofrecer. Te maravillarás al saber que puedes dar más de lo que realmente crees.


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