Muchas veces en nuestra vida nos han ocurrido cosas que nos han afectado profundamente. Hechos fortuitos o sucesos inesperados, que nos han provocado dolor, tristeza y desesperanza. Acontecimientos como la partida de un familiar, la pérdida de un trabajo, un accidente doméstico, un proyecto cancelado repentinamente o la ruptura de una relación amorosa, nos han abatido, abrumado y hasta nos han destrozado el corazón.
Tal vez hayamos sentido que el mundo se nos vino encima. La carga es difícil de llevar. La impotencia nos lleva a la desesperación. Lloramos, renegamos, nos golpeamos la cabeza contra la pared y tratamos de buscar culpables. Queremos también buscar el por qué y nos sentimos mucho más vacíos al no encontrar respuestas. Definitivamente, no hay nada que pueda sosegarnos; es lo que creemos en ese momento.
Sin embargo, trascurre el tiempo y nos damos cuenta, que aquellas circunstancias desfavorables tuvieron una razón de ser. Todo sucedió por algo. Todo en la vida sucede por algo, y por algo bueno. Quizá hoy tengamos que llorar, pero mañana nos tocará reír. Como reza un adagio popular: “No hay mal que por bien no venga”; o mejor aún: “No hay mal que dure cien años. Tampoco cuerpo que lo resista”.
Como seres humanos debemos saber y reconocer que la vida suele presentarnos pruebas, problemas y conflictos. ¿Hasta dónde somos capaces de soportar? ¿Qué somos capaces de hacer para superar la adversidad? Las respuestas a estas interrogantes están dentro de nosotros mismos.
Lo cierto de todo es que bajo cualquier circunstancia el tiempo será nuestro mejor aliado. Suele ocurrir (bueno, casi siempre ocurre), que aquellos instantes que nos ha tocado sufrir, se convierten luego en simples e irrisorios anécdotas. Entonces, si después de la tormenta siempre llega la calma, aprendamos a ver el lado positivo de aquello negativo que nos sucede.
Hola Juan. Acabo de leer este espacio tan reflexivo que anotas en tu blog. No es nada sencillo esta reflexion en el momento de la tormenta y parece como dicen por ahi- que cuando tu observas desde fuera parece todo tan racional ...como aquella frase tan linda: pero como no te diste cuenta..si estaba más que claro...jajaja...desde mi experiencia de vida te puedo decir que de alguna manera miestras el tiempo hace su trabajo...el dolor continua y te "ahorca" hasta asfixiarte y esa sensación cubre cualquier intento por superar la situación. No es fácil y quien me lea comprenda que todo tiene su tiempo y su espacio y más aún cuando la vejación viene de quien menos pensamos de quien menos sospechamos...y "descubrir" el horror que siempre estuvo delante nuestro y no lo vimos o no quisimos ver...nos anula cualquier "jugada" de defensa o protección.
ResponderEliminarTodo ocurre por algo habra que entenderlo asi..y no dejar que se vaya ese sentimiento que todo lo arregla nuestra tan mencionada Esperanza..que como el color verde que le asignamos para figurarla en nuestro concepto abastracto...nos guie por el camino de la renovación y las ganas de continuar viviendo y agradecer por ello. A los miles que hemos pasado por alguna de las circunstancias que nos han dejado devastados...ánimos y verán -como culmina Juan- que luego de la tormenta viene la calma y pasará a ser parte de nuestra preciada anécdota particular. Saludos
Hola Daysi, primeramente gracias por tu comentario. Sólo puedo decirte que la vida está plagada de pruebas, retos y dificultades... Si todo estuviese hecho o si todo fuese fácil... ¿Cuál sería nuestro mérito como seres humanos? Por experiencia te puedo decir que todo pasa por algo. Ahora podremos llorar y quejarnos, pero mañana la vida nos da una nueva oportunidad para ser feliz. Saludos.
Eliminarsi es verdad todos pasamos por muchas pruebas muy dolorosas, pruebas en las cuales nos hayamos podido equivocar, pero asi como nos equivocamos, merecemos una oportunidad para hacer lo que es correcto...Dios nos da muchas oportunidades....como cuando los discipulos le preguntaro a Jesus que cuantas veces debemos perdonar y el le respondio 70 veces siete...todos merecemos una oportunidad..vivian
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