Nunca me gusta decir Adiós, sospecho que es un término definitivo. Prefiero decir ¡Hasta pronto! ¡Nos vemos luego! ¡Te veo más tarde! Presiento que son frases más alentadoras. Sin embargo hoy, faltando pocos segundos para que acabe el día, será inevitable decir Adiós. Será definitivo, no habrá marcha atrás, este año 2011 se va y no volverá.
Para muchos, incluyéndome, esta despedida nos llena de nostalgia. Nunca he estado ansioso porque un año se acabe, al contrario quisiera que el tiempo se detenga. Pero como ya dije, es inevitable.
Por eso, sólo nos queda rememorar brevemente aquellos gratos momentos que la vida nos regaló en el aún presente año. Mi más grata experiencia fue contemplar la grandeza de Machu Picchu (Mayo 22). ¿Cuál fue la tuya?
Sin duda que tenemos mucho que contar, cada uno de los 365 días que dejamos atrás, podría ser la página de un libro, en mi caso del tomo 32. Ahora se escribirá una nueva página, un nuevo capítulo de nuestra vida y todos esperamos con bastante optimismo que sea mejor que el capítulo anterior.
¡Adiós 2011! Gracias por la vida, por mis padres, mis hermanos y la salud de mis queridos abuelos. Gracias por los amigos, por los viajes, por los gustos y disgustos. Gracias por la música que grabé, por la guitarra, mi fiel compañera. Por los 15 kilos de peso que bajé, por las partidos de fulbito (“pichanguitas”) que jugué. ¡Gracias!
Siempre supe que un día más era un día menos, hoy es oportuno decir, que un año más es un año menos, aun así, ¡Gracias!
Ciertamente, el futuro no está a nuestro alcance, pero la vida continúa, y así como viene hay que vivirla intensamente, con sus alegrías y tristezas, con sus aventuras y desventuras, con sus éxitos y fracasos.
Ahora gracias Dios por darnos la oportunidad de recibir un nuevo año, de poder saludarlo, darle la bienvenida y hasta poder abrazarlo. Esperamos de todo corazón que sea Feliz, Venturoso y Próspero… ¡Hola 2012! ¿Cómo estás? ¿Qué sorpresas me traes? Adelante, toma asiento ¿Te ofrezco algo?