Autor: Juan Carlos Calderón Pasco
Sé de quién enamorarme
obviamente, no será de ti,
porque supiste engañarme
y como tonto, te lo permití.
obviamente, no será de ti,
porque supiste engañarme
y como tonto, te lo permití.
Tú no puedes consolarme
casi a tiempo comprendí,
no vuelvo a equivocarme;
hoy, he de pensar en mí.
¿Volverás a traicionarme?
Obvio, indudablemente sí,
ya no vengas a buscarme;
pues por tu culpa, yo sufrí.
Ahora quiero desahogarme
con otros labios carmesí,
por otro amor apasionarme;
por el amor en quien creí.
Con ella voy a reencontrarme
hace algún tiempo le pedí:
¿Tu amor puedes regalarme?
Obviamente, me dijo que Sí.
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