estabas tan hermosa,
no te podre olvidar
mujer esplendorosa.
Hermosa como una rosa
como el sol al atardecer,
son tus labios como gotas
que pronto he de beber.
Anoche te vi bailar
y me quede perplejo,
pues pude contemplar
tu rostro en un reflejo.
Te vi bailar, mujer, te vi
tan coqueta y exquisita,
y en instantes comprendí,
que eras mi musa favorita.
Fue grande la impresión
pues los ojos te brillaban;
celoso quedó mi corazón
al ver que otro te abrazaba.