martes, 14 de febrero de 2012

Los enigmas del amor

Por: Juan Carlos Calderón Pasco


Hoy en día se habla y se escribe mucho acerca del amor. Psicólogos, tratadistas, filósofos, cantantes, poetas y hasta humoristas tratan -a su manera- de dilucidar este tema; considerado por muchos como muy complejo y por otros como un tema único y especial. Lo cierto es que pese a todos los esfuerzos hechos por el ser humano, hasta ahora no se han logrado develar todos sus misterios.

Se menciona, por ejemplo: que el amor es ciego, que del amor al odio hay un solo paso, que donde manda el corazón no manda la razón, o que, es mejor amar y no ser correspondido, que nunca haber amado. Ciertamente, cada persona -de acuerdo a su propio criterio o experiencia- puede aprobar o refutar estos enunciados.

Lo que sí está claro -según afirma la mayoría de expertos en la materia- es que el amor no es un concepto, sino el más sublime de los sentimientos. Querer describir al amor es tan complejo como querer describir la propia naturaleza humana.

El escritor Orison Swett Marden, en su libro “Los Caminos del Amor”, apunta lo siguiente: El amor es lo más bello de la tierra, el anhelo supremo de todo ser humano. No es posible concebir la vida carente de amor, porque el amor es vida. Donde el amor no existe tampoco existe la vida. No hay más que un remedo de vida.

Si tomamos esta definición como punto de partida, podríamos aseverar que el amor es nuestra esencia y existencia. De allí se puede desprender que el amor es una mirada, una sonrisa, una caricia, un abrazo, una palabra o un gesto amable. Por amor late nuestro corazón, respiramos y hasta suspiramos.

Entonces, si el amor nace del mirarse y conocerse, no estaría bien afirmar de manera permanente que el amor es ciego. Hay quienes sí se hacen los ciegos para ver sólo lo que les conviene, por eso es que después llegan los problemas. Está demás decir que el amor debe cimentarse en bases sólidas y una de ellas es ser transparentes y no invidentes.

AMOR Y ODIOAsí como se dice que el amor es lo más sublime y bello, para otros también es sinónimo de dolor y desesperanza. Este es uno de los misterios más difíciles de resolver, pues por amor reímos pero también lloramos, por amor gozamos pero también sufrimos, por amor amamos pero después odiamos. Incluso se afirma que el “exceso de amor” ha causado más víctimas que el odio excesivo.
En nuestro país el mayor porcentaje de suicidios y crímenes se debe a problemas sentimentales, pues muchos en el “nombre del amor” se matan o acaban con la vida de la persona que supuestamente dicen amar.

Al respecto los simplistas sugieren que para evitar gustos y disgustos, dolores y decepciones, es mejor no enamorarse. Una opción válida por cierto. Pero evidentemente hay quienes se oponen a este criterio y señalan que a pesar de todo hay que creer en el amor, pues como dice la Biblia, el amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta. Otra opción válida, y mucho más todavía. “Amar sin esperanza es el verdadero amor”, afirmó alguna vez el poeta Rubén Darío.

MÁS ENIGMAS
Se ha dicho también que el verdadero amor es eterno; mientras dura obviamente. Además, que carece de sentido decirle a una persona “Te Amo” sin -por lo menos- haber pasado con él o con ella unos 30 años de nuestra vida. De allí que muchos no dudan en señalar que el amor entre dos personas es sobre todo una gran amistad. No hay amor sin amistad.

Para otros, sin embargo, el amor suele ser encantador sólo al comienzo, y bajo esta premisa, les gusta siempre empezar de nuevo. Para ellos es muy común la frase “Un clavo saca otro clavo”. El escritor británico Bernard Shaw manifestó en una oportunidad que “El amor es una tremenda exageración de la diferencia que existe entre una persona y todas las demás”. Una expresión un poco hilarante que es aceptada por unos y rechazada por otros.

Sea como fuere que vivamos, sintamos o definamos el amor, en primer lugar no olvidemos cuál es nuestra esencia. Se seguirá hablando del tema. Se crearán teorías, teoremas y hasta estratagemas, pero poco o casi nada se contribuirá a esclarecer las incógnitas que trae consigo el amor. Su naturaleza, así como la vida misma, es insondable e inescrutable.

Sólo ama cuando sea el tiempo de amar y si es sin condiciones, mejor. Espera cuando sea necesario esperar. Llora si quieres hacerlo. Grita si eso te reconforta. Total, en cuestiones del amor no tenemos que rendirle cuentas a nadie, sólo a nosotros mismos.
Que el amor sea nuestra fuente de inspiración. Que todo lo que hagamos o soñemos sea por amor. Entonces, si el amor es vida… ¡viva el amor!

2 comentarios:

  1. Muchas formas al decir "Te Amo" la mas correcta Amando ^_^

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    1. Muy cierto... Gracias Víctor por tu comentario y por visitar este espacio.

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